En el caso de la leche y los derivados lácteos ni hay que estar en contra y/o favor, son alimentos con buenas cualidades nutricionales, no sólo por su conocidísimo aporte en calcio, también por su aporte proteico y por su contenido en diversas vitaminas y minerales.
Hay que dejar en claro que NINGÚN ALIMENTO DE LA DIETA ES IMPRESCINDIBLE, y que si no te gustan o no te sientan bien (intolerantes a la lactosa, alérgicos a la proteína de la leche de vaca) NO tienes porque tomarlos, disponemos de una gran variedad de alimentos que pueden aportarnos sus ingredientes.
Si te gustan y son parte de tu alimentación cotidiana, sigue leyendo.
¿Cuáles son los mejores?
🔸ENTEROS: ya sé que suelen recomendarse los lácteos desnatados, pero la realidad es que si hay algo bueno en los lácteos es su grasa. Esta grasa a pesar de ser saturada no aumenta el riesgo cardiovascular, colesterol, presión arterial, ni tampoco grasa abdominal como han indicado las últimas investigaciones. Por el contrario nos sacian más y son mucho más nutritivos.
🔸NATURALES Y SIN ADITIVOS: la mayor parte de las estanterías dedicadas a los lácteos están cargadas de azúcares y miles de aditivos y colorantes. Por favor, ¡huid de ahí!
🔸FERMENTADOS: yogur, queso, kéfir, entre otros son mejores opciones que la leche. Esto se debe a la fermentación que sufren, en la que parte de la lactosa se transforma en ácido láctico, y la digestión es mucho más fácil.
Pd: a partir de los 12 meses los bebés pueden tomar cualquier tipo de lácteo destinado para el adulto, ahorraos mi primer danonino, petit suisse y demás estafas infantiles.